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1. Identificar los Activos
El primer paso para elaborar un balance general es identificar y listar todos los activos de la empresa en la parte izquierda de la cuenta. Los activos se clasifican en dos categorías principales: activos corrientes y activos no corrientes. Los activos corrientes incluyen efectivo, cuentas por cobrar, inventario y otros activos líquidos. Mientras que los activos no corrientes abarcan propiedades, maquinarias, equipos y otros activos de largo plazo.
2. Calcular los Pasivos
El siguiente paso es identificar y listar todos los pasivos de la empresa en la parte derecha de la cuenta. Los pasivos también se dividen en dos categorías: pasivos corrientes y pasivos no corrientes. Los pasivos corrientes incluyen deudas a corto plazo, cuentas por pagar y otras obligaciones que deben ser saldadas en el corto plazo. Mientras que los pasivos no corrientes representan deudas a largo plazo, como préstamos hipotecarios y obligaciones financieras de más de un año.
3. Calcular el Patrimonio
Una vez que se han identificado y listado los activos y pasivos, el siguiente paso es calcular el patrimonio de la empresa. El patrimonio se obtiene restando los pasivos de los activos, es decir, la fórmula para calcular el patrimonio es:
Patrimonio = Activos – Pasivos.
4. Presentar el Balance General
Una vez completados los pasos anteriores, se presenta el balance general en forma de cuenta, mostrando los activos en la parte izquierda de la cuenta, los pasivos y el patrimonio en la parte derecha de la cuenta. El total de los activos debe ser igual al total de los pasivos más el patrimonio, lo que se conoce como la ecuación fundamental de la contabilidad.
5. Analizar el Balance General
Finalmente, es importante analizar el balance general para obtener una comprensión más profunda de la situación financiera de la empresa. Al examinar los activos, se puede determinar la liquidez y la eficiencia en la gestión de los recursos. Al revisar los pasivos, se puede evaluar la solvencia y la capacidad de pago de la empresa. Y al estudiar el patrimonio, se puede conocer la contribución de los accionistas al capital de la empresa.
En resumen, el balance general en forma de cuenta es una herramienta esencial para evaluar la situación financiera de una empresa. Siguiendo los pasos mencionados anteriormente, es posible elaborar un balance general que refleje de manera clara y concisa la posición económica de la organización.
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