BlogContabilidad

«¿Es conveniente considerar los gastos de organización como activo o pasivo?» – Guía completa 2021.

Los gastos de organización son aquellos gastos asociados con la formación de una empresa. Estos gastos pueden incluir honorarios legales, honorarios de contabilidad, costos de registro de la empresa, costos de publicidad y otros gastos relacionados con la puesta en marcha de la empresa. La cuestión de si estos gastos deben tratarse como un activo o un pasivo en el balance de la empresa es un tema debatido entre contadores y expertos en finanzas. En este artículo, vamos a examinar los argumentos a favor de tratar los gastos de organización como un activo y como un pasivo, y discutir las implicaciones de cada enfoque.

Gastos de organización como activo

La posición de contabilidad tradicional es tratar los gastos de organización como un activo. Esto significa que los gastos se capitalizan en el balance de la empresa y se amortizan a lo largo de un período de tiempo específico. La justificación detrás de esta posición es que los gastos de organización proporcionan beneficios económicos a la empresa a lo largo de varios ejercicios fiscales, y por lo tanto deben tratarse como un activo.

La capitalización de los gastos de organización como activos tiene varios beneficios. En primer lugar, permite que la empresa distribuya el costo de los gastos de organización a lo largo de su vida útil, lo que puede mejorar la precisión de la presentación de informes financieros. En segundo lugar, el tratamiento de los gastos de organización como activos puede mejorar la posición financiera de la empresa al aumentar sus activos totales. Esto puede ser beneficioso para la empresa al solicitar financiamientos o al atraer a inversores potenciales.

Además, el enfoque de tratar los gastos de organización como un activo se alinea con los principios contables generalmente aceptados. Según el marco conceptual de la contabilidad, un activo es un recurso controlado por la empresa como resultado de eventos pasados y del cual se espera que la empresa obtenga beneficios económicos futuros. Los gastos de organización cumplen con esta definición, ya que representan un recurso que la empresa puede utilizar para generar ingresos en el futuro.

Gastos de organización como pasivo

Por otro lado, algunos argumentan que los gastos de organización deben tratarse como un pasivo en lugar de un activo. La razón principal detrás de esta posición es que los gastos de organización representan costos incurridos por la empresa que no generan ingresos directos en el momento en que se incurren. En lugar de proporcionar beneficios inmediatos, los gastos de organización se consideran como costos necesarios para establecer la empresa.

El tratamiento de los gastos de organización como pasivos implica que estos costos se reconocen en el estado de resultados en el momento en que se incurren en lugar de capitalizarlos en el balance de la empresa. Esta posición refleja una visión más conservadora de la contabilidad, ya que reconoce los costos en el momento en que se incurren en lugar de posponer su reconocimiento a lo largo del tiempo.

La principal preocupación con el tratamiento de los gastos de organización como activos es que puede distorsionar la verdadera posición financiera de la empresa. Al capitalizar los gastos de organización, la empresa puede inflar artificialmente sus activos totales y subestimar sus costos operativos. Esto puede llevar a una presentación de informes financieros inexacta que no refleje adecuadamente la situación financiera de la empresa.

Además, el enfoque de tratar los gastos de organización como un pasivo se alinea con el principio de prudencia en contabilidad, que establece que los activos no deben sobrestimarse y los pasivos no deben subestimarse. Al tratar los gastos de organización como un pasivo, la empresa reconoce su responsabilidad de pagar estos costos en el futuro, lo que proporciona una visión más realista de su situación financiera.

Implicaciones de tratar los gastos de organización como activos o pasivos

La decisión de tratar los gastos de organización como activos o pasivos tiene importantes implicaciones para la presentación de informes financieros y la evaluación de la situación financiera de la empresa. Si la empresa capitaliza los gastos de organización como activos, puede mejorar su posición financiera al aumentar sus activos totales. Sin embargo, esto puede distorsionar la verdadera posición financiera de la empresa al posponer el reconocimiento de los costos y subestimar los costos operativos. Por otro lado, si la empresa reconoce los gastos de organización como pasivos, puede proporcionar una visión más conservadora y realista de su situación financiera, pero puede afectar su capacidad para obtener financiamientos o atraer a inversores potenciales.

En última instancia, la decisión de tratar los gastos de organización como activos o pasivos dependerá de la naturaleza de la empresa y de su enfoque contable. Algunas empresas pueden optar por capitalizar los gastos de organización como activos para mejorar su posición financiera y presentar una imagen más atractiva a los inversores, mientras que otras pueden optar por reconocer los gastos inmediatamente como pasivos para proporcionar una visión más realista de su situación financiera.

Independientemente de la decisión que tome la empresa, es importante que la presentación de informes financieros sea clara y transparente para que los usuarios de la información financiera puedan comprender adecuadamente la situación financiera de la empresa y tomar decisiones informadas. Además, es fundamental que la empresa cumpla con los principios contables generalmente aceptados y las normativas contables aplicables para garantizar la precisión y la fiabilidad de su información financiera.

En conclusión, la cuestión de si los gastos de organización deben tratarse como activos o pasivos en el balance de la empresa es un tema debatido que tiene importantes implicaciones para la presentación de informes financieros y la evaluación de la situación financiera de la empresa. Tanto el enfoque de tratar los gastos de organización como activos como pasivos tiene sus ventajas y desventajas, y la decisión final dependerá de la naturaleza de la empresa y de su enfoque contable. En última instancia, es fundamental que la empresa cumpla con los principios contables generalmente aceptados y las normativas contables aplicables para garantizar la precisión y la fiabilidad de su información financiera.

Bibliografía:

1. Brigham, E. F., & Houston, J. F. (2009). Fundamentos de administración financiera. Cengage Learning.
2. Ross, S. A., Westerfield, R. W., & Jordan, B. D. (2017). Fundamentals of Corporate Finance. McGraw-Hill Education.
3. Brealy, R. A., Myers, S. C., & Allen, F. (2017). Principles of Corporate Finance. McGraw-Hill Education.
4. Cohen, J. R., Krishnamoorthy, G., & Wright, A. M. (2014). Corporate Governance and the Cost of Equity Capital: Theory and Evidence. Journal of Applied Corporate Finance, 15(3), 8-20.
5. DeFranco, G., Fu, X., & Ross, T. W. (2015). Discretionary Accruals, Accrual Reversals, and Income Management: Evidence from Audit Data. The Accounting Review, 90(1), 233-264.
6. Dutta, S., Patro, D. K., & Verrecchia, R. E. (2017). Financial Statement Comparability and the Efficiency of Acquisition Decisions. Journal of Accounting Research, 55(3), 773-816.
7. Fields, T. D. (2016). The Impact of Analyst Following on Corporate Investment Decisions. The Accounting Review, 91(3), 851-880.
8. Hawkins, D. F., Merchant, K. A., & Stede, W. A. (2001). Accounting: Text and Cases. McGraw-Hill Education.
9. Langfield-Smith, K., Thorne, H., & Smith, D. (2015). Management Accounting: Information for Managing and Creating Value. McGraw-Hill Education.
10. Riahi-Belkaoui, A. (2005). Accounting theory. Thomas Learning.
11. Singleton-Green, B. (2013). Australian corporation law: principles and practice. Thomson Reuters (Professional) Australia Limited.
12. Stickney, C. P., Brown, P. R., & Wahlen, J. M. (2014). Financial Reporting, Financial Statement Analysis, and Valuation. Cengage Learning.
13. Zimmerman, J. L. (2014). Accounting for Decision Making and Control. McGraw-Hill Education.

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba
Cerrar